Con la edad, nuestro cuerpo se hace vulnerable y susceptible ante el riesgo de deficiencias y discapacidades, entre las que destacan aquellas que afectan la vista. Desafortunadamente, muchas personas creen que ir perdiendo la visión es inevitable o hasta normal cuando se llega a la tercera edad, sin embargo, esto no tiene que ser así. Con los cuidados debidos y una atención oportuna, es posible mantener buena salud visual aún después de los 60 años.
De acuerdo con estudios realizados recientemente el 76% de la población, entre los 65 y los 74 años, conserva una visión normal, pero en el caso de quienes están entre los 75 y 84 años, es de 45%, y 15% en aquellos que rebasan los 85 años; entre las principales causas de un mal estado visual están enfermedades como: cataratas, glaucoma, degeneración macular, entre otras afecciones.
Cabe señalar que al llegar a la tercera edad, algunas personas ya no tienen mejoría en su vista aunque usen lentes, a esto se le conoce como visión baja. Pero, aún en dichos casos, la consulta con el Licenciado en Optometría también puede hacer la diferencia.
Por tal motivo se les realizó exámenes visuales y se les asigno lentes a los adultos mayores que asisten a nuestros Comedores Asistenciales para el Adulto Mayor.